El remedio verdadero, por Rajan Sankaran

Este es el último párrafo del maravilloso lñibro «la sustancia de la homeopatía» de Rajan Sankaran. Lo escribo tal cual porque me encanta:

«El mayor ideal de la cura, que es la rápida, suave y permanente restauración de la salud, solo puede conseguirse por medio del verdadero conocimiento y sin prejuicios de la raiz del problema, que es normalmente una delusión.

Podemos ver que la solución que elegimos depende a menudo de la intensidaddel problema y también de lo mucho que queramos llegar realmente al fondo del mismo. El mundo no está preparado aún para la Homeopatía. La mayoría de nuestros problemas no son aún lo suficientemente intensos y amenazadores para exigirnos profundizar lo suficiente. De hecho, incluso como homeópatas nos enfrentamos a la mayoría de nuestros problemas en una de las maneras mecionadas anteriormente (como alópatas). Negar/Evitar/suprimir/cortarlo o hacerlo encajar parecen funcionar y esto es mucho menos problemático y arduo que llegar a lo esencial del caso y conocer el problema real. Los problemas entre naciones se solucionan superficialmente y de ahí que nunca se resuelvan totalmente, pero mientras que la tierra gire, a la gente no le importa mucho.

Despacios pero seguro, hay algunos que han empezado a profundizar. El movimiento hacia la espiritualidad, la salud holística, la conciencia sobre el medio ambiente, son signos seguros de que se está produciendo un cambio hacia la manera de vida y curación homeoipática. Cuando este movimiento esporádico tome ímpetu, cuando la intensidad de los problemas del mundo demuestre que las medidas son insuficientes y cuando la gente se vea reforzada a ver el problema global como originado por el problema individual, la curación real a través del conocimiento, será cuando la homeopatía florecerá y habrá llegado su hora»

Yo añadiría, cuando cada unos de nosotros tratemos de llegar a ver y conocer el origen de nuestros problemas, cuando tratemos de entender por qué pasan las cosas comenzaremos a estar sanos.

Todo es por algo y ese algo nace de nuestros sentimientos y sensaciones.

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